viernes, 11 de mayo de 2018

La propaganda política inversa

Foto fuente: https://es.dreamstime.com/social-pol%C3%ADtico-de-internet-las-noticias-la-broma-falsa-tv-propaganda-image106836279
Por: Luis Alcides Aguilar Pérez
Mayo de 2018
@luisaguilarpe


En los procesos políticos de los últimos años en Colombia se vislumbra un fenómeno que de manera un poco subjetiva lo podríamos llamar política inversa; parodiando lo que en el plano académico conocemos como ingeniería inversa. La ingeniería inversa se implementa para mejorar o descubrir los principios tecnológicos de un producto para permitir más eficiencia.

La política inversa (en el sentido o puesto o contrario al verdadero significado de la acción política como tal), en Colombia se utiliza para desvirtuar al opositor o candidato a una corporación pública por elección ciudadana, en este caso al que nos referimos. Es así que estamos notando una acción política  sucia, que desvirtúa la esencia de un pensamiento en busca de un país con más justicia social  y desarrollo sostenible, podría ser esto o el afán por persuadir al ciudadano común y corriente que no se informa de las realidades políticas, económicas y sociales del país, tratando de llevarlo o meterlo a la línea de la campaña política que tiene como objetivo el uso de la política inversa para quitarle adeptos a otro candidato que posiblemente tiene una mejor aceptación.

Todo este sistema de desprestigio a contado con la utilización de las redes sociales que gracias a su  influencia permite a ciertas personas sin análisis previos u objetivos verifiquen o constaten la información que se está compartiendo. Tanto ha incidido este modelo sucio de desprestigio que algunos candidatos confiados en las personas que replican la información, caen en la trampa de los que están buscando con fundir más al electorado colombiano. Este accionar mediático también ha desenmascarado a  ciertas personas que por el afán de favorecer a sus candidatos de preferencia, repiten como loros, críticas carentes de realidades y en algunos casos por fuera de contexto legal, haciendo daño a personas que después quedan en la mira del odio, solo porque alguien tergiverso la realidad. Algunos toman al docente como mazo para golpear.

Y lo peor, es que dentro de ellos, de los que fustigan creando cizaña, se encuentran en nuestra sociedad personas honorables en las cuales por acciones del pasado creíamos muy serias y respetuosas.

En el andamiaje de desprestigio se puede notar posiciones desprendidas de personas o agentes coordinadores de campañas que como emisarios del mal sustraen de los viejos formatos utilizados por el padre de la propaganda nazi Joseph Goebbelsc, quien en uno de sus principios de propaganda proponía “””””El Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.””””

Lo peligroso es que una campaña de conflictos y dime que te diré no le favorece en nada al país que necesita una información real y acorde con las necesidades de debatir las propuestas de progreso que se planten para una Colombia mejor en la que triunfe el candidato del mejor programa que en verdad sea una realidad sustentable y dispuesto a poner en práctica la solución a los problemas de salud, desempleo, educación y otras acciones políticas que encaminen al país al desarrollo sostenible y no a un futuro de papel.


La proliferación de esa política mañosa y poco sería pretende desfigurar la verdad de la Colombia que ha estado bajo el manejo de las esferas sociales y políticas de antaño que han permitido descuadernar nuestra Constitución Política para adaptar el país a su antojo, la misma que quiere solucionar los huecos fiscales con innumerables impuestos a la clase trabajadora de Colombia, esa misma que con permitir leyes laxas se vuelve cómplice de los que a diario  llevan a Colombia al descalabro total e impedirles igualmente su llegada a los centros penitenciarios del país.


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