Dentro de las mejores estrategias para ganar una guerra o
alcanzar un objetivo, la confabulación es el vehículo ideal para lograr vencer.
Grandes hechos de las remotas historias de la humanidad están
cargadas de funestas conspiraciones, la utilizaron los grandes emperadores en
Roma, la utilizó la iglesia católica con su famosa inquisición en América. La
que se ingeniaron los criollos; e iniciar con el suceso que cambiaría la
historia de Colombia, para continuar con
el sueño de pedir reconocimientos al rey de España lo que empezó con el llamado
florero de Llorente. La historia de los Estados Unidos está ligada a
innumerables maquinaciones que la han favorecido en su desarrollo como potencia
bélica, política y económica del mundo; estas, las confabulaciones, han llegado
hasta al más hábil ladrón del actual
tiempo. Muchas de las más grandes alertas de epidemias que han sacudido la
higiene mundial han estado relacionadas con experimentos de laboratorios que
poco después de los miedos extendidos son aliviados por sus antídotos, ya
conocidos para sanar, que para hacerlos costosos era necesario el sacrificio de
algunos seres humanos, el precio del petróleo, el engaño por parte del gobierno
a muchas comunidades colombianas para luego explotar sus recursos minerales
mintiéndoles sobre las consecuencias desencadenadas relativas a masivas
contaminaciones.
El mundo ha estado plagado de confabulaciones, las constantes
pugnas por la seguridad alimentaria mundial, los tratados comerciales en
desventajas para los países con infraestructuras industriales en decadencia no
aptas para competir. Este, es el mundo ideado por el capitalismo, sistema
económico y social que según el
expresidente de Uruguay José Alberto Mujica dice "Por más mierda que sea el capitalismo, es el que ayuda
a crecer”. Y con cierto sentido es también noble reconocer que después de ser
aplicado justamente el capitalismo generaría igualdad, solo cuando aquellos que
lo aplican inmisericordemente consideren la necesidad espiritual de salvar al mundo, ese que la
literatura económica denomina tercer o en vía de desarrollo.
En la actualidad la confabulación se ha estacionado también
en los procesos políticos de nuestros pueblos y ciudades en donde algunos
blasfeman de los que han hecho mal uso del reconocimiento del pueblo a través
del voto, pero en ciertos casos, solo es por las ganas ciegas de llegar al
poder y continuar en la misma, eso se ha demostrado en el acontecer de la
historia política.
Es notorio además la confabulación de la Farc y el Eln para
torpedear y exigir, so pena, del castigo del pueblo; cuando ya en un final
feliz y en un evento político ese pueblo desista de elegir a quienes duramente
los castigo.
Con todo un largo historial de triquiñuelas y acuerdos
secretos el desarrollo del mundo aún no ha sucumbido.
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