Foto:Tomada del "Tiempo.com" |
Por: Luis Alcides Aguilar P.
Julio 3 de 2014
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Definitivamente el fútbol no es el deporte que más glorias le
ha dado al país, pero es quizás el de mayor conmoción en nuestro medio como espectáculo.
En el siglo XXI tenemos la selección nacional de fútbol que siempre desearíamos
tener, integrada por jóvenes que han madurado el razonamiento veloz de un fútbol que cada vez más es exigente, hoy
cuando nuestros compatriotas se sientan a ver un partido de fútbol de nuestra
actual selección lo hacemos con la seguridad de que vamos a lograr un magnífico
resultado, esa satisfacción solo es comparable al entusiasmo que sentíamos cuando
Antonio Cervantes “kit pambelé” se enfrentaba a un nuevo contendor en sus
batallas como campeón mundial del peso welter junior; entonces sentíamos que
sería un triunfo más de nuestro campeón, por la confianza que la gente sentía
al verlo boxear.
Hoy ese entusiasmo se vive y se siente al ver a destacados
futbolistas que con el ímpetu llevado en su sangre de guerreros en un encuentro
sin odios, teniendo como propósito lograr establecer una presentación
respetable y dejar huellas en un equipo de fútbol como el ideal de la Colombia
que sueña, sin ataduras, sin roscas que obstaculicen los procesos, ya podemos
decir que son campeones.
Colombia maduró gracias al impulso generado por anteriores
jugadores que sentaron las bases para llegar al fútbol europeo, ganar
experiencias y dejar récords que reconocen a Colombia como un país en cuya
entraña se encuentran destacados deportistas. Esa es la Colombia de Nairo
Quintana, Catherine Ibargüen, Rigoberto Urán, Falcao, James y otros que seguirán
dejando felicidad en los colombianos que soñamos con una Colombia en paz y
grande.
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