Por: Luis Alcides Aguilar P.
“Los tiempos
son diferentes”, decía el Maestro Juan Mejía Gómez (q. e. p. d), en una
entrevista que le hiciera el Grupo Literario Juan Manuel Barrera de Chiriguaná,
refiriéndose a las diferentes circunstancias o en la forma de actuar de los
muchachos o jóvenes de hoy día, para aclarar un poco más sobre el diálogo de
ese entonces; el Maestro Mejía hizo referencia al cortejo de una muchacha, por
parte del enamorado, de su tiempo, en donde por lo general las condiciones o
costumbres no eran las mismas que en la actualidad. Así es la educación,
algunos aspectos cambian y otros persisten,
por tanto las generaciones van adaptándose a los nuevos estilos de vida,
para bien o para mal.
Por las manos del docente pasan los grandes hombres
del país, pasan aquellos que decidieron buscar
rumbos diferentes a la legalidad, aquellos que sueñan y continúan
soñando; todos asimilaron entre lo bueno y lo malo, algunos apartaron lo malo y
se encaminaron por el bien, otros por circunstancias de la vida se fueron por
el camino del mal. En su quehacer pedagógico, el docente le hizo caer en cuenta
de la necesidad de buscar prosperidad, de luchar por un ideal de progreso y de
bienestar social, algo que favoreciera objetivamente al ser al momento de tomar
sabias decisiones de vida, de esas que
son para siempre.
Otros cuestionan al Docente de manera destructiva,
“Son unos flojos”, “Se la pasan haciendo paros”, “tan bien que están y es que
joden”, actitudes que nos fortalecen por el ánimo de perseverar y demostrar que
nuestras luchas y orientaciones van encausadas a lograr un poco de conocimiento y consciencia sobre
las realidades de la vida. Muchos jóvenes tienden a buscar un conocimiento
universal, ello gracias a las buenas orientaciones de un tutor que le hizo
entender que él era capaz de muchas cosas, de proyectarse para el futuro y
sacar provecho de su desarrollo cognitivo, y triunfa, siempre vive agradecido
de sus profesores.
La profesión de docente es difícil, tiempos atrás
el sueldo les llegaba tarde, Y aún sigue llegando tarde en algunos
Departamentos de Colombia, otras veces
se le pagaba con bultos de ron, se convertía en comerciante, al vender un
producto que le reportara el dinero para pagar sus deudas, deudas del mercado
que hacía para comer junto a su familia, lo que le sumó el remoquete de “come
fiao”. Al salir de la Universidad como Licenciado no lograba ganarse un millón
de pesos, ya que por lo general esa carrera le permitía escalafón en la séptima
categoría; cuyo sueldo respectivo no llegaba al millón (tomando como informe
cronológico 1998); mientras que aquellas personas o generaciones que pasaron
por sus manos en las Escuelas y Colegios, de las universidades salían con
títulos diferentes al de licenciado y sus sueldos por lo general partía desde
más de un millón de pesos.
Hoy en los
Estados Unidos, país de referencia para hablar de desarrollo sostenible, se
visiona una escasez de docentes, y lo hay porque nadie quiere ser docente, allá, su trabajo también es mal pago. Aquí en
Colombia todavía existen personas en las universidades estudiando
Licenciaturas, aún sin tener trabajo asegurado, estudian porque les gusta
orientar, le tienen amor a la profesión de docente y esa es su felicidad ser
docente. Y el gobierno cada vez o cada día se ingenia estrategias, no para mejorar
el sueldo del docente, si no para quitarle garantías legales, las mismas que
tuvo que luchar con “paros”, para que se les reconocieran.
Nuestra alegría es ver a nuestros muchachos en su
norte ideal, encontrarnos en las calles con nuestros alumnos, ex alumnos, ahora
médicos, vigilantes, ingenieros,
sacerdotes, técnicos, empleados, bachilleres, etc, recibir su saludo y una
sonrisa, y orgullosos decimos “ese/ ella fue mi alumno/a”; otras veces nos
ignoran, quizás hay resentimientos, o grandezas que lo ciegan. Pero aquí
estamos, orientando juventudes,
liderando cambios que le hagan
entender a los jóvenes que nuestro propósito no es “rajar”; como vulgarmente
suele decirse, es la necesidad de encaminarnos a la realidad y la realidad es
que requerimos del estudio para estructurar nuestros pensamientos e
ideales, que nos asegure una mejor
calidad de vida.
¡ Feliz día del maestro..!
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