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jueves, 12 de octubre de 2023
lunes, 5 de septiembre de 2022
La notable realidad política de Colombia
Imagen tomada de: https://prezi.com/rtc9fciwcvqc/realidad-cultural-economicasocial-y-politica-de-colombia/ |
Lo que es hoy Colombia se fundamenta como Estado en 1810, en 1886 recibe definitivamente el nombre de República de Colombia. Y como en muchos países de Latinoamérica las élites del poder toman la dirección de las nacientes repúblicas, supuestamente con el ánimo de hacer más próspera las naciones en procura de liderar cambios reflejados en desarrollo político, económico, social y cultural.
En la naciente Colombia se comienza a reflejar la pugna por los conflictos de intereses, llevando a la nación a un fracaso por parte de los patriotas, ya que los desacuerdos en como debería organizarse la nación comienzan a aflorar y es un conflicto entre centralistas y federalistas; lo que Antonio Nariño denominó “La patria boba”.
Estos desaciertos ocasionados por los desacuerdos en como dirigir y organizar la naciente nación marcaría un camino de inestabilidad política y guerra regionales que no son fortaleza para el inicio de un nuevo país, no sería fortaleza para crecer, pero irónicamente si se afianzarían caminos que condujeran a la estabilidad política de la actual República de Colombia.
Hoy, 212 años después se consolida lo que, quizás, muchos patriotas de aquel entonces soñaron, como lo es ver que esa nación por la que ellos lucharon para hacerla realidad, tuviese a la cabeza un presidente de las entrañas del pueblo, uno que como pocos en esa lucha intestina por la independencia de España, quería definitivamente que no existiera la figura del rey como el guía de su nación; a lo contrario de otros que algunos consideraron “Patriotas” pero en realidad eran supremamente leales al rey; esos, solo querían poder, compartir un poco de lo que el poder les permitiría, más no la independencia del rey.
Al ver coronado el sueño del nuevo presidente de Colombia, como lo es Gustavo Petro Urrego. El imaginario del común ve en el nuevo gobernante una original manera de gobernar, una forma diferente de orientar a nuestro país, ese mismo que siempre ha sido gobernado por ideologías diferente a la socialista, se cree que ha llegado el momento de que Colombia será gobernada por la izquierda moderada, la progresista, la misma que se dio cuenta que no puede apartar el capitalismo de la realidad económica como base de progreso en los países posmodernos, que debe conducirnos a continuar posicionándonos como un país en vía de desarrollo, y de seguro todo se realizará bajo un capitalismo más humano, acorde con nuestra situación de país en vía de desarrollo. Con razón el expresidente de Paraguay José Mujica dijo “Los gobiernos de izquierda deben usar al capitalismo, pues las finanzas propias no alcanzan para resolver las necesidades básicas de sus sociedades”
En medio de todo preguntemos ¿Le llegó la realidad política a Colombia? Se debería complementar esa pregunta con “bajo un gobierno progresista” Petro siempre mostro un pensamiento que a través de acciones políticas se puede permitir superar la desigualdad, acercándose desde el Estado a un ideal de inclusión social, lo cual deja ver su inclinación de progresista. Ese ideal por lógica existe en un Estado como Colombia, solo que algunos aducen que es más irreal que real, es decir, está en el papel, pero no se desarrolla al máximo.
En el transcurrir de los gobiernos que ha tenido Colombia han surgido debates en donde se argumenta que siempre ha gobernado la derecha y por lo tanto todos los males es producto de una dirección de derecha, otros aducen, con razón, que la izquierda no ha gobernado, ese pensar observándolo desde el punto de cabeza visible presidencial, deja notar los orígenes de esa discusión; son los 212 años del país dirigido por el poder político imperante desde otros tiempos.
Teniendo en cuanta lo anterior, entonces, ¿será todo diferente? Pues la primera reacción que nos hace ver la realidad política de Colombia, está en la estrategia del elegido presidente para reunir a la clase innata de la política colombiana para logra mayorías en el Congreso de la República, y en un santiamén, lo logro, y ello permitirá alcanzar mayorías en sus aspiraciones en lograr coronar sus objetivos legislativos para hacer realidad un gobierno ideal. Hasta ahí no hay nada nuevo en los inicios de este nuevo gobierno, debe sumársele al actual presidente su talante para convencer a los partidos o movimientos que no lo apoyaron, en la necesidad de unirse a él para gobernar; y esa unión debe estar ligada a cambio de algo bueno para todos, es decir, lo mismo de lo mismo. Y nuevamente aflora la verdad política de otros tiempos en Colombia, de lo contrario, no sería posible las mayorías. Pero, el presidente electo nos sorprende en la designación de personajes no muy comunes en la esfera gubernamental a la que nos tenían acostumbrados los gobiernos anteriores y eso lo notamos en ministerios y otros; al igual que la realización de una reforma tributaria que va estar del lado de los que deberían tributar más, esos que mediante triquiñuelas del parlamento eran protegidos. Lo que nos deja observar que sí existirá un cambio. Al parecer tendremos sorpresas que algunos admiraran y otras de las que se apegará la oposición, oposición que aparenta ser muy débil; después de todo a un gobierno le conviene tener oposición, lo cual le permitirá confrontaciones que le servirán para mejorar las situaciones, alguien dijo: “Un gobierno sin oposición, sería un mal gobierno”
Otro aspecto visible que retoma el actual gobierno parece ser ciertos objetivos de la cumbre del milenio, celebrada del 6 al 8 de septiembre del 2000 en Nueva York, en la cual más de 180 jefes de Estado se comprometieron a cumplir los objetivos establecidos. Aunque el plazo para lograr o mostrar los avances de los objetivos fue el año 2015; y según los informes Colombia para el 2014 logró demostrar avances con un año de anticipación. En 2014, la tasa de pobreza era de 28,5% y la de pobreza extrema 8,1%, es decir, la mitad de los niveles al inicio del siglo. Los niveles de asistencia escolar superan el 100% desde comienzos del milenio. Según informe de la Cepal “la pobreza en Colombia fue de 36,3% en 2021 y proyecta que subirá a 39,2% en 2022 en un ambiente de más inflación, lo que representa un incremento de 2,9 puntos porcentuales frente al año pasado.”
Según informe del Dane se conoce que “Hoy en Colombia, 1,2 millones menos de hogares tienen la posibilidad de consumir tres o más comidas diarias en las 23 ciudades principales, en comparación con lo que ocurría antes de la pandemia. El número bajó de 7,6 millones a cerca de 6,4 millones, según la más reciente encuesta Pulso Social del Dane”
Algunos de esos objetivos propuestos por la ONU en la cumbre del Milenio son; -erradicar la pobreza extrema y el hambre, -lograr la enseñanza primaria universal, -promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de la mujer, - mejorar la salud materna, y otros relacionados con la sostenibilidad del medio ambiente, -el fomento de asociación para el desarrollo. Son aspectos puntuales que contribuirían de gran manera en el fortalecimiento y desarrollo de nuestro país.
Esperemos que este gobierno de Colombia Humana, resulte bien en favor de todos, en donde se desvanezcan los odios y las sátiras que nos acercan a la debacle y de verdad se haga realidad un cambio político para Colombia, uno que no nos haga volver a la tan conocida “patria boba” Esta nación corre el riesgo de volver a ese período, si acaso no había vuelto, si persisten los intereses particulares y las inestabilidades políticas propias de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos; y es cuando aquellas fuerzas e ideologías que nunca han o habían alcanzado el poder de dirigir a una nación se encontrarán con lo difícil que es gobernar una nación con excesivos vicios políticos y corrupción.
El reto que tiene el
nuevo gobierno de Colombia es grande y
el camino bastante espinoso. Dios y la buena voluntad de los hombres permitan
el ideal político en una Colombia necesitada de cambios que generen prosperidad laboral, desarrollo industrial y
ambiental, salud, educación, crecimiento económico, fortalecimiento del agro, desarrollo social y seguridad alimentaria.